Academic literature on the topic 'Movimiento Popular Antitotalitario del Ecuador'

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Journal articles on the topic "Movimiento Popular Antitotalitario del Ecuador"

1

Darling, Victoria. "Reflexiones sobre el poder destituyente de los movimientos sociales en América Latina." Andamios, Revista de Investigación Social 10, no. 21 (August 30, 2013): 303. http://dx.doi.org/10.29092/uacm.v10i21.362.

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Abstract:
El presente artículo problematiza la presencia de movimientos sociales de nuevo tipo en América Latina a lo largo de la última década. A partir de un breve análisis del ciclo de protestas que se inicia a partir del 2000 con la incorporación a la dinámica movimentista de sectores políticos antes postergados, se analiza la “dimensión destituyente” de la conflictividad social. Se consideran tres casos en los que colectivos organizados colaboran en la destitución de presidentes constitucionales, democráticamente electos: Argentina en 2001, en Ecuador en 2000 y 2005; y en Bolivia en 2003 y 2005. Para visualizar el derrotero de los sucesos que conducen a la acefalía de estos regímenes políticos, se recupera la dinámica de reivindicación, los contenidos de los reclamos manifiestos, así como el proyecto delineado en expectativas que los colectivos movilizados enarbolan. Ahora bien, si por un lado se considera el nivel analítico correspondiente al movimiento social, por otro, se aborda la configuración del discurso de la “democracia gobernable” a la luz de la crítica a un informe clave que desenfunda la perspectiva del pnud (2008) en relación al tema. Postular la maravillosa y a su vez temida capacidad de transformación que el poder popular contiene, implica hacer referencia a la capacidad de movimiento inherente al orden democrático. En ese sentido, en el marco de análisis orientado a recuperar el estudio de los mecanismos de dominación y la lógica de las prácticas de los sujetos sociales, se toma en consideración la crisis que atraviesa la forma democracia en términos institucionales en la región cuestionando el paradigma dominante y visibilizando las formas democráticas en que los movimientos sociales latinoamericanos estallan.
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2

Ayala, Ricardo, Juan Freire, Juan López, and Javier Salazar. "Análisis de la energía eólica como sustituto para la energía convencional en casas del Distrito Metropolitano de Quito, Ecuador." Athenea 2, no. 3 (March 7, 2021): 40–46. http://dx.doi.org/10.47460/athenea.v2i3.15.

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Abstract:
En este trabajo se plantea el análisis de la energía producida por turbinas de viento, que son dispositivos diseñados para el aprovechamiento de la velocidad del viento, y la energía cinética que esta causa cuando impacta en unos álabes dispuesto para este fin. El movimiento provocado es aprovechado para la obtención de energía. Este tipo de sistemas es altamente utilizado, ya que una turbina puede generar entre 5kW hasta 10KW. En este trabajo se analiza el diseño, construcción, y aplicaciones más significativas en la vida doméstica, para el aprovechamiento de energía limpia y la reducción de energías convencionales. Setoman en cuenta trabajos científicos relevantes que brindan un aporte significativo a esta temática de estudio. Palabras Clave: Turbinas eólicas, energía, electricidad. Referencias [1]I. Montalvo y J. Cabezas, «Diseño de Prototipo de Aerogenerador con almacenamiento de energía, monitoreado por un sistema SCADA,» Universidad San Francisco de Quito, Quito, 2011. [2]E. B, «¿Qué países son los mayores productores de energía eólica?,» elBoletin, p. 1, 12 octubre 2017. [3]Departamento de Energía de EE.UU, «Sistemas Eólicos Pequeños para Generación de Electricidad,» 2007. [4]K. Molina, D. Ortega, M. Martinez, W. Pinto-Hernández y O. A. E. González, «Modelado de la interacción fluido estructura (FSI) para el diseño de una turbina eólica HAWT,» 2018. [5]H. Rudnick Van de Wyngard, «Evolución de Costos ERNC,» Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, 2012. [6]D. A. Maldonado Rivera y D. X. De Jerónimo Toromoreno, «Ubicación de un Parque de Energía Eólica en la Costa Ecuatoriana,» Universidad San Francisco de Quito, Quito, 2008. [7]B. Miranda, «Coca Codo Sinclair: los problemas de la multimillonaria represa que China construyó en Ecuador, » BBC NEWS, 25 febrero 2019. [8]L. G. Carrasco Sanzana y M. A. Mardones Sepúlveda, «Estudio de instalación de un Aerogenerador en el Colegio Concepción Pedro de Valdivia,» Universidad del Bío-Bío, Concepción, 2015. [9]A. F. Ugalde Vázquez, «Prohibido Olvidar,» El Mercurio, Cuenca, 2021. [10]Instituto nacional de estadística y censos, «Información ambiental en hogares,» Ecuador, 2012. [11]SectorElectricidad, «¿Cómo funcionan las turbinas eólicas?,» Sector Electricidad, 2017. [12]Popular Mechanics, «¿Cómo funcionan los aerogeneradores?,» World Energy Trade, 2019.
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3

Andrango, Johanna. "Crisis de Partidos Políticos: la constante en la democracia ecuatoriana." El Outsider 1, no. 1 (February 1, 2013). http://dx.doi.org/10.18272/eo.v1i1.197.

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Abstract:
¡Que se vayan todos! fue la proclama que se escuchó en las calles de Quito aquel 20 de abril del 2005, tras la caída del Ing. Lucio Gutiérrez. Y es que es innegable que el Ecuador vivió -y vive aún- una crisis de los partidos políticos tradicionales, arrastrada desde las elecciones del 2002, hasta la llegada de la Revolución Ciudadana, con su estigmatización de la partidocracia. Cuando era candidato a la presidencia en el 2002, Gutiérrez aseguraba: “Si Noboa y yo estamos encabezando es porque la gente dijo basta a los mismos políticos de siempre”[1].A partir de ese año electoral, tanto el Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAN) y el Partido Sociedad Patriótica (PSP) tomaron la posta de los partidos tradicionales como el Partido Social Cristiano (PSC), Izquierda Democrática (ID), Democracia Popular (DP), Movimiento Popular Democrático (MPD) y el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). No obstante, con el liderazgo de Rafael Correa y su movimiento Alianza PAIS en el 2006, la dinámica del sistema de partidos volvió a cambiar. Actualmente, tanto el PSP como el PRIAN representan a la partidocracia, según el oficialismo.Ahora, cabe preguntarse: ¿Hasta qué punto el nuevo sistema de partidos será sostenible y legítimo para el electorado?Causas de la crisis de partidosLos partidos políticos son, por excelencia, el “eslabón de representación entre el gobierno y los ciudadanos, éstos reflejan las diversas aspiraciones de una sociedad heterogénea, pero también modelan la estructura social, económica y cultural de un país, a través de las políticas de gobierno que aprueban”[2]. Por ello, es necesario que los partidos presenten un alto grado de representatividad, legitimidad y credibilidad, cualidades carentes en los partidos políticos ecuatorianos.La falta de Identificación y conexión de los ciudadanos con estas organizaciones ha resultado en una población marginada política y socioeconómicamente, que a su vez propicia a un electorado volátil y vulnerable frente a medidas clientelares que dan cabida a la presencia de ‘outsiders’ y candidatos antisistema. Es así como Gutiérrez y Correa, con un discurso anti partido, calaron hondo en los ecuatorianos, aprovechándose de “la pérdida de control de redes clientelares por parte de los partidos tradicionales en beneficio” de sus organizaciones, alcanzando finalmente la Presidencia.[3]Esta carencia de representatividad también facilita el surgimiento de asambleístas independientes (permitido tras el referéndum de 1997) que desean alejarse de los viejos partidos para no manchar su imagen frente al electorado. Sin embargo, al existir diputados y asambleístas carentes de ideología, se presentó un espacio propicio para que personas ajenas a la política, como personajes de la televisión, deportistas y artistas nacionales fueran electos tanto en el Congreso como en la Asamblea. La persistente crisis ha resultado en que, en la actualidad, tanto los partidos políticos tradicionales como los nuevos, (quienes incluso criticaron este recurso previamente), utilicen la popularidad de estas figuras públicas para atraer votos desprovistos de ideología.El politólogo Simón Pachano considera que, desde el período electoral del 2006 hasta la actualidad, con la incursión de Rafael Correa en la política a través de PAIS, se ha generado un cambio de sistema de partidos que se puede clasificar como uno de pluralismo extremo a uno de partido predominante.[4] Es decir que el electorado en el 2006 -alentado por el actual Presidente de la República a votar nulo y testigo de su victoria en 14 provincias, junto a la posterior destitución de 57 diputados de oposición reiteró una vez más la ilegitimidad y el rechazo total al sistema de partidos tradicionales y depositó su confianza en un solo movimiento: PAIS. Confianza que se vio legitimada como nunca antes en la historia ecuatoriana en siete oportunidades: la victoria en las elecciones presidenciales de 2006; la consulta a la convocatoria a una Asamblea Constituyente en abril de 2007; la mayoría en la Asamblea Constituyente en septiembre de 2007; el triunfo del ‘Sí’ a la Constitución en septiembre de 2008; la victoria en las elecciones presidenciales y de 59 asambleístas en abril de 2009, y el ‘Sí’ a la consulta popular en mayo de 2011. Finalmente, el 17 de febrero de 2013, el pueblo reiteró su confianza una vez más.¿Continúa la crisis del sistema de partidos?Con la elección y reelección de Rafael Correa, en 2007, 2009 y 2013 respectivamente, se rompió el recurrente patrón bajo el cual “ningún partido político lograba tener más que un presidente elegido”. Asimismo, cuando Alianza País obtuvo 59 escaños en la Asamblea, disminuyó el número efectivo de partidos* al nivel más bajo desde el retomo a la democracia, de una media de 5,85 hasta las elecciones del 2006 hasta un promedio de 3,76 en las elecciones del 2009.[6]Sin embargo, y a pesar de que se podría considerar que el sistema de partidos se encuentra en un momento de transición, es incuestionable que éstos continúan carentes de legitimidad frente a los ciudadanos. Tanto en el 2008 como en el 2010, los partidos políticos presentaron los niveles más bajos de confianza dentro de las instituciones del Estado, con 22.6 y 26.4 puntos respectivamente, dentro de una escala de 0 a 100[7].El sistema de partidos actual continúa presentando algunas características del anterior, como la atomización de partidos. La creación de nuevos partidos tiene sus raíces en la ambición personal que presentaban ciertos políticos para figurar y liderar las campañas.Hoy en día, la creación de estas instituciones como vehículos electorales se presentan nuevamente en los casos de los movimientos Creando Oportunidades (CREO) de Guillermo Lasso y SUMA de Mauricio Rodas. Igualmente, la fragmentación partidaria interna y los llamados ‘camisetazos’** no están exentos en estas elecciones. Un partido tradicionalmente importante, como la ID de tendencia socialdemócrata, ha distribuido a sus principales políticos entre los movimientos CREO, Avanza y Ruptura25.Asimismo, figuras como la de Auki Tituaña, que sin desafiliarse de Pachacutik aceptó ser candidato a la vicepresidencia por el movimiento CREO, y Juan Carlos Solines, quien finalmente se convirtió en el binomio de Lasso tras haberse desempeñado como presidente del Movimiento Concertación, evidencian nuevamente la falta de incentivos colectivos, como la poca importancia de la ideología y las convicciones políticas, en la toma de decisiones.El caudillismo y el personalismo político característico del sistema de partidos ecuatoriano no se ha alejado de los partidos políticos actuales. El PSP, el PRIAN y PAIS están bajo la única y sola tutela de sus líderes, Lucio Gutiérrez, Alvaro Noboa y Rafael Correa respectivamente, por lo que si estas piedras angulares cayeran, el partido entero se desmoronaría.La indefinición y discrepancias ideológicas, junto a la ruptura de alianzas, es aún característico de este sistema. Un ejemplo claro es el PSP, que se presentó en el 2002 con una tendencia de centro izquierda y forjó alianzas con Pachacutikyel MPD, mientras que en las elecciones de 2013 profesó una tendencia de centro derecha. De la misma manera, los movimiento Ruptura25, Pachacutik y MPD, que apoyaron a Rafael Correa en la elección del 2006, en 2013 se convirtieron en sus rivales, tanto en las elecciones del legislativo como en las presidenciales.ConclusionesA pesar de que el Ecuador ha pasado de un sistema de partidos de pluralismo extremo a uno de partido predominante, como lo dijo Pachano, todavía la realidad de un sistema de partidos políticos fuertes y, sobretodo, institucionalizados, es lejana. Y es que, evidentemente, los partidos políticos tienen que ser instituciones confiables que logren sobrepasar sus 20 puntos de confianza, actuar coherentemente de acuerdo a la ideología que profesan, deslindarse de caudillismos y la personalización del poder, y, por sobre todo, deben ser reconocidos como el medio de representación de los intereses de la sociedad a nivel nacional, para que así el grito de ¡que se vayan todos! nunca más sea escuchado.
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4

Moreno Pazmiño, Priscila Alejandra. "Figuras del espectáculo en la Asamblea: Calidad de la política ecuatoriana." El Outsider 1, no. 1 (February 1, 2013). http://dx.doi.org/10.18272/eo.v1i1.199.

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Abstract:
Hace algunos meses, los jóvenes guayaquileños Daniel Molina y Carlos Serrano, promotores del grupo “Los Indignados”, intentaron inscribir a un burro como candidato a la Asamblea Nacional. La noticia fue transmitida, incluso, por varias agencias internacionales. La cuenta de Twitter, @donburro, en pocas horas llegó a tener más de 5.000 seguidores y hoy supera los 30.000.[1] Así, Don Burro se ha convertido en un mediador político; en sustituto de los votos nulos o blancos; en emblema de quienes se sienten mal representados y en objeto de crítica humorística a la política.Este fenómeno surgió como medida de descontento ante la mala calidad de la representación política en el país, suscitado por la inscripción de figuras del espectáculo en las listas para asambleístas nacionales por los diferentes partidos políticos. Para la contienda electoral del 2013, se presentaron los futbolistas Iván Hurtado, Ulises de la Cruz y Agustín Delgado; los cantantes Troy Alvarado, Jaime Enrique Aymara, María de los Ángeles, Gerardo Mejía, Gerardo Morán y Paty Ray; figuras de la pantalla como Carlos José Matamoros y Gabriela Pazmiño; los actores Claudia Camposano, Richard Barker, Mario Cabezas, María Mercedes Pacheco, entre otros.[2]AntecedentesEste fenómeno no es nuevo. Desde hace 14 años, la política se ha convertido en el objetivo que persiguen varios presentadores de televisión, deportistas, cantantes, ex reinas de belleza y actores, ya sea para potencializar una carrera artística o simplemente para enfrentarse a nuevos retos. Esta tendencia surgió con el aparecimiento en la arena política de Polo Baquerizo, presentador de TV, en 1998, cuando ganó las elecciones para diputado, auspiciado por Democracia Popular. Ese mismo año, el atleta Rolando Vera se integró al Congreso. En 2002, la cantante Silvana Ibarra triunfó como diputada por el Roldosismo.[3]Desde entonces, ésta ha sido una estrategia utilizada por los partidos y movimientos políticos para captar el mayor número de votos. Sin embargo, estas figuras no han tenido ninguna trascendencia en la historia política del país, como se evidencia en su escasa participación en la Asamblea. El ex Asambleísta Gerardo Morán lo admitió: “No me siento pleno, en el Pleno; ese no es mi escenario”.[3] Aquello es evidente en buena parte de las sesiones, donde pasa inadvertido.[4]En las Elecciones 2013, reaparecieron varios candidatos sin experticia en el ámbito político, pero cuya imagen es reconocida en el mundo del espectáculo. Incluso Alianza País, que en 2006 rechazó la participación de personajes del espectáculo en los comicios electorales, aprovechó la herramienta en esta ocasión.[5]Según Verdezoto, el reconocimiento mediático financia por sí solo por lo menos la mitad de lo que le costaría a un político nuevo darse a conocer o ganarse la confianza de los electores.Desde el punto de vista de Oswaldo Moreno, experto en marketing político, el primer paso para ganar una elección es que un alto porcentaje de electores sepa que el candidato existe. Estas candidaturas reflejan la carencia de cuadros de liderazgo dentro de los movimientos del Ecuador. El tener que recurrir a figuras mediáticas destapa la realidad de las agrupaciones: carecen de estructura y militancia.[9]Así lo reveló Ramiro Gonzáles, director del movimiento AVANZA, tras el escándalo de las firmas falsas: “Con esto de las firmas no nos dieron tiempo a nosotros de armarnos y de estructurar candidaturas en toda la provincia, entonces teníamos que poner gente conocida, pues en apenas 45 días a los partidos nuevos se nos vuelve cuesta arriba posicionar a la gente, entonces sí necesitamos gente conocida, pero que además es gente muy querida, muy reconocida por el pueblo.”[10]El desempeño de las figuras públicas en la políticaEl campo político se ha convertido en un continuo espectáculo de masas, en donde no se discuten planes ni programas y mucho menos definiciones doctrinales. Más bien, la acción se centra únicamente en la simpatía del candidato, no en su discurso, sino en su carisma, para atraer votos. Para el analista político Manuel Cedeño, “este tipo de decisiones políticas se deben a la falta de estructuras… Lo que se busca es conseguir el voto a como dé lugar, sin generar una verdadera propuesta política.”[11]La falta de compromiso de estas figuras en su ámbito político se evidencia en sus faltas a las sesiones legislativas. Según Rosana Alvarado, Asambleísta por Alianza País, las reiteradas inasistencias se dan porque la normativa del Parlamento no las incluye entre las causales de destitución; al contrario,“solo se imponen multas cuando las faltas no han sido justificadas.”[11]Eva Oviedo ha dicho con respecto a las ausencias de Gerardo Morán, su esposo, que se deben a que él “no ha querido dejar de lado su carrera artística que lleva más de 27 años y es su prioridad”.[11] Asimismo, Gabriela Pazmiño, pese a tener una curul desde 2009, continúa con su trabajo en la televisión; hasta hace poco presentaba el programa ‘La Guerra de los Sexos’.[12] Esto, a pesar de que el artículo 127 de la Constitución prohíbe a los asambleístas “desempeñar otra función pública o privada incompatibles con su cargo.”[13]El reflejo de la crisis de partidosComo resultado de la incursión de figuras públicas en la política, se ha originado un empobrecimiento de la política en general y de la Función Legislativa en particular. Si no poseen conocimientos doctrinarios y políticos, ¿qué debates generarán o sostendrán para fundamentar la creación o modificación de las leyes que normarán la vida de los ecuatorianos? A lo largo de los años, se ha podido apreciar que la función de estos personajes es conformar mayorías parlamentarias que respalden irreflexiblemente las decisiones de los estrategas que los escogen. Así, el pueblo termina por depositar su confianza en ídolos triunfadores en actividades diametralmente diferentes a las que con su sufragio impulsan.Se ha relegado el valor de la meritocracia y el fortalecimiento de conceptos elementales de competencia y rendimiento. En este sentido, sería más prudente seleccionar a un gran conjunto de profesionales extraordinarios que han sabido sortear los obstáculos de índole económica y social, para alcanzar el éxito con honestidad, capacidad e inteligencia; a aquellos ciudadanos comunes que nunca han necesitado un medio de comunicación para hacer valiosa su existencia, sino que mediante el anonimato han realizado grandes proezas.SI bien estos personajes de pantalla gozan de los mismos derechos políticos que cualquier ciudadano del país -su derecho a participar de la política no es cuestionable, lo debatible es el aporte que verdaderamente pueden realizar, en base a su preparación profesional. Son completamente legítimas sus aspiraciones de trabajar “para el pueblo”, pero la efectividad de sus acciones se diluye ante la latente incapacidad y poca preparación en relación a sus responsabilidades en la Asamblea. El resultado es el deterioro de la actividad política, en detrimento de las grandes mayorías, plasmándose como una estafa social que no responde a las demandas sociales y populares existentes. Establecer una Asamblea Nacional mediocre y de limitadas ejecutorias es ofender a los representantes elegidos, a los electores y al país.
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Books on the topic "Movimiento Popular Antitotalitario del Ecuador"

1

Antinazismo en Ecuador, años 1941-1944: Autobiografía del movimiento antinazi de Ecuador (MPAE-MAE). Quito: R. Mériguet Cousségal, 1988.

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2

Movimiento Popular Democrático de Sucumbíos (Ecuador), ed. Las valerosoas jornadas de los pueblos del nororiente ecuatoriano. Lagoagrio, Ecuador: MPD-Sucumbíos, 2006.

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