To see the other types of publications on this topic, follow the link: Partido Obrero Revolucionario (Bolivia).

Journal articles on the topic 'Partido Obrero Revolucionario (Bolivia)'

Create a spot-on reference in APA, MLA, Chicago, Harvard, and other styles

Select a source type:

Consult the top 19 journal articles for your research on the topic 'Partido Obrero Revolucionario (Bolivia).'

Next to every source in the list of references, there is an 'Add to bibliography' button. Press on it, and we will generate automatically the bibliographic reference to the chosen work in the citation style you need: APA, MLA, Harvard, Chicago, Vancouver, etc.

You can also download the full text of the academic publication as pdf and read online its abstract whenever available in the metadata.

Browse journal articles on a wide variety of disciplines and organise your bibliography correctly.

1

Monteiro, Marcio Lauria. "trotskismo e a Revolução Boliviana de 1952." Tensões Mundiais 13, no. 24 (September 25, 2018): 139–66. http://dx.doi.org/10.33956/tensoesmundiais.v13i24.362.

Full text
Abstract:
Baseado em pesquisa original e bibliografia especializada ainda pouco difundida, este artigo almeja trazer à tona a linha política e a atuação do Partido Obrero Revolucionario e da Quarta Internacional, ao longo da Revolução Boliviana de 1952. O autor destaca as ligações com os intensos debates e disputas à época travados no interior do movimento trotskista internacional, as quais se encontram no centro da sua divisão organizativa e diferenciação teórico-programática.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
2

Laufer, Rodolfo. "Izquierda y clasismo en los 70. Debates frente al Movimiento de Recuperación Sindical – Lista Marrón del SMATA Córdoba." Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, no. 12 (March 1, 2018): 121–41. http://dx.doi.org/10.46688/ahmoi.n12.41.

Full text
Abstract:
El presente artículo indaga sobre los orígenes y el desarrollo de las distintas organizaciones de izquierda presentes entre los trabajadores mecánicos del SMATA Córdoba a inicios de los 70: Partido Comunista Revolucionario, Partido Comunista, Peronismo de Base, Política Obrera, Vanguardia Comunista, Partido Revolucionario de los Trabajadores, El Obrero y Espartaco. En particular, analiza sus posicionamientos y debates en torno a la construcción del Movimiento de Recuperación Sindical - Lista Marrón, que llegó a la conducción sindical en abril de 1972. De esta forma, muestra el importante rol que la izquierda jugó en la construcción de una alternativa a la dirección sindical encabezada por Elpidio Torres, referente del peronismo vandorista, y analiza cómo impactó en este proceso el balance realizado sobre la experiencia clasista de Sitrac-Sitram.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
3

Rubio, Matías. "Estrategia e inserción del Partido Comunista Revolucionario en el SMATA (1979-1985)." Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, no. 11 (September 1, 2017): 143–62. http://dx.doi.org/10.46688/ahmoi.n11.18.

Full text
Abstract:
El artículo aborda la estrategia del Partido Comunista Revolucionario y su inserción en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) durante el proceso de normalización sindical (1979-1985). Nuestro interés reside en comprender el modo en que este partido de izquierda logró insertarse en un colectivo de trabajadores y dirigir una parte de ellos. Analizamos las estrategias y luchas que nos ponen de manifiesto su grado de inserción y su capacidad de dirección frente al colectivo obrero. Para ello nos valdremos, fundamentalmente, de la experiencia llevada a cabo por esta organización en la planta de Ford Motors Pacheco.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
4

Bosch Alessio, Constanza Daniela. "Los orígenes de la Cuarta Internacional en Argentina. El caso del Grupo Obrero Revolucionario y La Liga Obrera Revolucionaria." Diálogos Revista Electrónica 18, no. 1 (December 15, 2016): 199. http://dx.doi.org/10.15517/dre.v18i1.23869.

Full text
Abstract:
A fines de 1938 Liborio Justo se alejó del Partido Socialista Obrero para formar su propia organización trotskista junto a Aquiles Garmendia, Esteban Rey, Reinaldo Frigerio y Mateo Fossa: el Grupo Obrero Revolucionario (GOR). El GOR impulsó entre 1938 y 1940 la publicación de una serie de folletos bajo el sello “Acción Obrera” y la edición del periódico La Internacional. Tras una fallida unificación con la Liga Obrera Socialista –el grupo trotskista de Antonio Gallo-, el GOR se transformó en 1941 en la Liga Obrera Revolucionaria (LOR). Sin embargo, las constantes disputas internas entre sus ya escasos militantes, acabaron por vaciar de sentido la continuidad de la agrupación en 1943.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
5

Sabater Navarro, Gregorio. "El proceso revolucionario portugués." Acta Hispanica, no. I (December 14, 2018): 51–66. http://dx.doi.org/10.14232/actahisp.2018.0.51-66.

Full text
Abstract:
Los estudios genéricos sobre el impacto del proceso revolucionario portugués en la España del final del franquismo y comienzos de la transición son una tendencia historiográfica creciente ante las notables evidencias de su afección. Afección fundamentada en una misma realidad geoestratégica y ante las tradicionales influencias mutuas entre los Estados ibéricos. Sin embargo, lo que sigue siendo un campo de estudio a desarrollar es el efecto concreto que dicho proceso tuvo en determinados sectores de la sociedad española. En esta ocasión, pretendemos identificar las posibles posturas contemporizadoras con la Revolución de los Claveles y el posterior PREC en España, que a partir de 1975 llegó a despertar suspicacias en los partidos mayoritarios de la izquierda española. Es por esto por lo que, para encontrar identificaciones positivas al respecto y una ausencia de discurso crítico, haya que recurrir a aquellas organizaciones que no habían renunciado a los métodos revolucionarios ni abrazado el “eurocomunismo”, remitiéndonos necesariamente a las principales organizaciones situadas a la izquierda del PCE, tales como la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y el Partido del Trabajo de España (PTE) –antes llamado PCE (i)–. Fijándonos también en la escisión pro-soviética del PCE, el Partido Comunista Obrero Español (PCOE). Con este punto de partida pretendemos identificar la visión que tuvieron de lo acontecido en Portugal así como la influencia tanto en su corpus ideológico como en la praxis política de la “izquierda de la izquierda”.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
6

Poy, Lucas. "Belkin, Alejandro (2018). Sindicalismo revolucionario y movimiento obrero en la Argentina. De la gestación en el Partido Socialista a la conquista de la FORA (1900-1915). Buenos Aires: Imago Mundi/Ediciones CEHTI, 320 páginas." Avances del Cesor 15, no. 19 (December 7, 2018): 181–83. http://dx.doi.org/10.35305/ac.v15i19.887.

Full text
Abstract:
La obra de Belkin sostiene una serie de hipótesis de importancia que delimitan su lugar en el campo historiográfico y estructuran todo el libro. Las dos primeras implican una discusión con la interpretación canónica hecha por el propio Partido Socialista acerca de la ruptura sindicalista revolucionaria, que insistía en mostrar que esta fracción había logrado avanzar gracias a una astuta infiltración de ideas importadas de líderes europeos como Sorel y Labriola y que luego había ganado posiciones en las organizaciones sindicales a través de maniobras de diverso tipo. Belkin argumenta, en contraste, que el sindicalismo revolucionario fue un “producto genuino” de tensiones internas entre sectores moderados y radicalizados al interior del PS, que se agudizaron en el año 1904 ante los intentos integracionistas del régimen y luego estallaron en 1905-1906 en una coyuntura de agudización represiva. Según el autor, las ideas del sindicalismo revolucionario europeo actuaron como un “armazón” que proporcionó un “esqueleto teórico” a un “malestar endémico con la orientación reformista de la conducción” del partido. También sostiene que el avance de su influencia en las organizaciones gremiales no se debió a maniobras sino a su capacidad de “empalmar” con una “corriente obrerista inorgánica, independiente del socialismo y el anarquismo” que desconfiaba de la política y a la cual el sindicalismo revolucionario supo dar expresión (pp. 45-46).
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
7

Correa, Emanuel. "Preludio al “entrismo morenista”: la experiencia del Partido Obrero Revolucionario en la Federación Bonaerense del PSRN." Izquierdas 50 (2021): 0. http://dx.doi.org/10.4067/s0718-50492021000100237.

Full text
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
8

Eraso, Mónica, Emilio Tarazona, and Ana María Villate. "Un asalto satírico contra los cánones de belleza enfoque a la obra temprana de Clemencia Lucena." Calle 14 revista de investigación en el campo del arte 12, no. 1 (January 26, 2017): 126. http://dx.doi.org/10.14483/21450706.11908.

Full text
Abstract:
El ensayo propone una lectura de la obra de Lucena entre 1967 y 1970: su cambio de enfoque, que coincide con su militancia en el MOIR - Movimiento Obrero Independiente Revolucionario, impone un giro en su mirada sin estricta contradicción con su pensamiento: lo que desde 1971 se convierte en un arte entregado a la propaganda del movimiento social, había sido una campaña de contra-propaganda de la burguesía (particularmente, aquella que pretendía producir el confinamiento de la mujer al matrimonio y su autoridad en el campo de la belleza para consolidar su docilidad y disuadirla de una concreta acción en los ámbitos político-partidarios): enajenación impuesta por un aparato ideológico revestido de oficialidad política, que restringe particularmente en Colombia el lugar de la mujer, y que ella parodia con crueldad. En adelante, los conflictos de género serán difuminados mermando su visión crítica en favor de una unidad de partido: sus escritos de los ochenta sobre la liberación femenina exhortan a las mujeres a identificar el origen capitalista de la opresión de género, reclamando a líderes del movimiento social, tanto hombres como mujeres, a no aplazar en nombre del socialismo esta lucha por la liberación femenina.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
9

Rodríguez Ostria, Gustavo. "El legado del Che." Políticas de la Memoria, no. 18 (December 31, 2018): 80–108. http://dx.doi.org/10.47195/18.11.

Full text
Abstract:
En 1962, Cuba decidió defender su revolución, buscando crear bajo su patrocinio una línea de defensa con guerrillas extendidas por todo el continente que operara como un cinturón de defensa. La lucha armada rural fue promovida como el mejor método —sino el único— método de toma del poder, contrapuesto al gradualismo o al pactismo de los partidos comunistas, que, a los ojos isleños, demoraban la lucha en espera de que se dieran las “condiciones objetivas” para la revolución. Bolivia, desde entonces, fue escenario privilegiado de la nueva doctrina: en 1963, sirvió de lugar de paso y santuario para las guerrillas que Cuba esperaba asentar en Perú y Argentina; cuatro años más tarde, como es suficientemente sabido, fue el centro de operaciones del Che, dejando un legado que se expandió por el Cono Sur del continente americano: el “foquismo”. Tras el asesinato del Che (9 de octubre de 1967) emergieron, sin embargo, otras variantes de lucha armada que, tomando la inspiración guevarista, la modificaron. Así, privilegiaron la lucha urbana y no la rural o buscaron otra relación entre lo militar y lo político, subordinando lo primero a lo segundo, a diferencia de la receta guevarista. En estas páginas se muestra cómo los herederos y las herederas del Che afrontaron en Bolivia las contingencias teóricas y prácticas de remontar la derrota de Ñancahuazú e iniciar una discusión —o cerrarla— para aproximarse a las nuevas condiciones políticas locales y continentales. Asimismo, se trata de establecer y de analizar las mutaciones, las continuidades y las contradicciones en la historia del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y de su sucesor, el Partido Revolucionario de los Trabajadores de Bolivia (PRT-B), en la álgida década comprendida entre 1967 y 1977.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
10

Páez, Diego Bautista. "Alejandro Belkin, Sindicalismo revolucionario y movimiento obrero en la Argentina. De la gestación en el Partido Socialista a la conquista de la FORA (1900-1915), Buenos Aires: Ediciones CEHTI-Imago Mundi, 2019." Revista Latinoamericana de Trabajo y Trabajadores, no. 5 (January 4, 2023): 135–38. http://dx.doi.org/10.48038/revlatt.n5.72.

Full text
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
11

Morales Díaz, David. "Republicanismo y movimiento obrero en la provincia de Toledo (1870-1914)." Vínculos de Historia Revista del Departamento de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha, no. 12 (June 28, 2023): 408–23. http://dx.doi.org/10.18239/vdh_2023.12.22.

Full text
Abstract:
RESUMENEl presente trabajo trata de mostrar los nexos entre el republicanismo político y el movimiento obrero en la provincia de Toledo. A través de las diferentes manifestaciones en la prensa, el posicionamiento de individuos o las acciones colectivas desde el nacimiento del republicanismo político y el asociacionismo de los trabajadores, se analiza un espacio compartido que se mantuvo hasta las primeras décadas del siglo xx en el que se prestó atención la mayoría de las veces a los mismos intereses. Palabras clave: republicanismo, movimiento obreroTopónimos: España, ToledoPeríodo: siglo xix, siglo xix ABSTRACTThe present work tries to show the links between political republicanism and the labor movement in the province of Toledo. Through the different manifestations in the press, the positioning of individuals or the collective actions since the birth of political republicanism and workers’ associations, a shared space is analyzed being maintained until the first decades of the 20th century, where most of the time attention was paid to the same interests. Keywords: republicanism, labor movementPlace name: Spain, ToledoPeriod: 19th century, 20th century REFERENCIASÁlvarez Junco, J., La ideología política del anarquismo español, 1868-1919, Madrid, Siglo XXI, 1976.Aróstegui, J., Miseria y conciencia del campo castellano, Madrid, Narcea, 1977.Barrio Alonso, Á. “Anarquistas, republicanos y socialistas en Asturias”, en El anarquismo español y sus tradiciones culturales, Frankfurt am Main, Vervuet, 1995.Bascuñán Añover, O., Protestas y supervivencia. Movilización y desorden en una sociedad rural: Castilla-La Mancha, 1875-1923, Valencia, Fundación Instituto Historia Social-UNED, 2008.Buylla, A., Memoria acerca de la información agraria en ambas Castillas, Madrid, Instituto de Reformas Sociales, 1904.Correa y Zafrilla, P., Democracia, federación y socialismo, Madrid, 2ª ed., 1891.Crespo Jiménez, L., “Los espacios de la sociabilidad republicana en la España provinciana de la Restauración. El caso de Toledo”, en J. S. Pérez Garzón (dir.), Experiencia republicanas en la historia de España, Madrid, La Catarata, 2015, pp. 212-248.De Felipe Redondo, J., “La orientación del movimiento obrero hacia el republicanismo en España en el siglo xix (1840-1860)”, Historia y Política: ideas, procesos y movimientos sociales, 25 (2011), pp. 119-148.___ Trabajadores. Lenguaje y experiencia en la formación del movimiento obrero español, Pamplona, Genueve, 2012.Del Valle Calzado, A.R., “Los orígenes del conflicto. El problema de la tierra en Castilla-La Mancha”, en La Guerra Civil en Castilla-La Mancha, 70 años después”, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2008, pp. 189-234.Díaz Díaz, B., Talavera de la Reina durante la Restauración (1875-1923), Talavera de la Reina, Ayto. de Talavera de la Reina, 1994.Esteban Barahona, L., La I Internacional en Castilla-La Mancha, Madrid, Celeste, 1998.Fernández García, A., “El siglo xix en Castilla-La Mancha: problemas historiográficos y horizontes de la investigación”, en I Congreso de Historia de Castilla-La Mancha, vol. IX, Transformaciones burguesas, cambios políticos y evolución social (I), Toledo, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1988, pp. 5-23.Gabriel Sirvent, P., “Republicanismo popular, socialismo, anarquismo”, en Cultura social y política en el mundo del trabajo, Valencia, Fundación Instituto Historia Social-UNED, 1999, pp. 211- 222.Hennesy, C.A.M., La República Federal en España. Pi i Margall y el movimiento republicano federal. 1868-1874, Madrid, La Catarata, 2010.Herrerín López, A., Anarquía, dinamita y revolución social, Madrid, La Catarata, 2011.Higueras Castañeda, E. “Radicales y federales: el ejemplo de Cuenca en el proceso democratizador de 1868 a 1873”, Hispania Nova, 12 (2014).— “El republicanismo histórico español: orígenes y actualidad de una tradición política recuperada”, en Espacio, tiempo y forma, Serie V, Historia Contemporánea, 28 (2016) UNED, pp.15-22.— “La cuestión del siglo: el federalismo español y las respuestas a la cuestión social en el siglo xix”, Libre Pensamiento, 4 (2018), pp. 9-15.Higueras Castañeda, E. y Anchorena Morales, O., “Los estudios sobre el republicanismo histórico en las dos Castillas y Madrid: aproximación historiográfica”, en El republicanismo en el espacio ibérico contemporáneo: Recorridos y perspectivas, Madrid, Casa de Velázquez, 2021.Higueruela del Pino, L., “El movimiento obrero católico en la diócesis de Toledo hasta la II República”, Toletum, 11 (1981), pp. 291-344.Inarejos Muñoz, J.A., “¿Demócratas en La Mancha? En torno a los orígenes de la cultura política republicana en Castilla-La Mancha (1854-1868)”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea, UNED, n.º 18 (2006), pp.111-134.Jaén Milla, S., “Republicanismo en una sociedad agraria (Jaén 1868-1931)”, (2008), Historia Contemporánea, n.º 37, (2008), pp. 469-497.Ladrón de Guevara, M. P. y Alia Miranda, F., “Movimiento obrero y conflictividad social en Castilla-La Mancha”, en Movimientos sociales y Estado en la España Contemporánea, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2001, pp. 529-564.Largo Alonso, M. T. y Faraldo Jarillo, J., “Balance historiográfico. La historiografía y el centenario de la Revolución rusa”, Vínculos de Historia, 7 (2018), pp. 391-402.López Estudillo, A., Republicanismo y anarquismo en Andalucía, Córdoba, La Posada, 2001.Lorenzo, A., El Proletario Militante, Madrid, Confederación Sindical Solidaridad Obrera, 2013.Los diputados pintados por sus hechos: colección de estudios biográficos sobre los elegidos por el sufragio universal en las constituyentes de 1869, Madrid, tomo I, 1869.Martín Nájera, A., “Fuentes para la historia del primer socialismo en España”, Ayer, 54 (2004), pp. 23-48.Martorell, M. y Juliá, S., Manual de historia política y social de España (1808-2011), Barcelona, RBA, 2012.Menéndez Pelayo, M., Historia de los heterodoxos españoles, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2003, tomo VI.Miguel González, R., “Las culturas políticas del republicanismo español”, Ayer, 53 (2004), pp. 207-236.— “Las concepciones de la representación política”, Ayer, 61 (2006), pp. 139-162.— “Historia, discurso y prácticas sociales. Una contribución a los futuros debates sobre el republicanismo decimonónico y las culturas políticas”, Ayer, 37 (2008), pp. 373-408.Ortiz, M., Ruiz, D. y Sánchez, I. (coords.), Movimientos sociales y estado en la España Contemporánea, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2001.Paniagua Fuentes, F. J., Anarquistas y socialistas, Madrid, Historia 16, 1989.— “Republicanos, socialistas, anarquistas: ¿qué revolución?”, en Cultura social y política en el mundo del trabajo, Valencia, Fundación Instituto Historia Social-UNED, 1999, 243-270.Peyrou Tubert, F., Tribunos del pueblo. Demócratas y republicanos durante el reinado de Isabel II, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2008.— “La formación del partido democrático español: ¿crónica de un conflicto anunciado?”, Historia Contemporánea, 37 (2008), pp. 343-372.— “¿Voto o barricada? Ciudadanía y revolución en el movimiento demo-republicano del período de Isabel II”, Ayer, 70 (2008), pp. 171-198.Piqueras, J.A., La Revolución democrática (1868-1874), cuestión social, colonialismo y grupos de presión, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992.Reig, R., “Republicanos, socialistas y sindicalistas ante los cambios del sistema productivo”, Cultura social y política en el mundo del trabajo, Valencia, Biblioteca Historia Social, 1999, pp. 223-242.— “El republicanismo popular”, Ayer, 39 (2000), pp. 83-102.Rivas Lara, L., 1890-2010. El Primero de Mayo en España, 120 aniversario, Madrid, Fundación 1º de Mayo, 2010.Rodríguez González, A., “Beneficencia, crisis y conflictividad social. Toledo a finales del siglo xix”, en Anales toledanos, 36 (1998), pp. 139-174.Rojas, P., “Un escritor y político talaverano de la Restauración: don Jacinto Bonilla Sánchez. (1841-1916)”, Alcalibe, 3 (2003), pp. 229-250.Sánchez Lubián, E., Besteiro. Años de juventud, 1898-1912, Toledo, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 2002.— Domingo Alonso, apóstol del socialismo toledano. Apuntes sobre los orígenes del Partido Obrero, Toledo, Añil, 2013.Sánchez Sánchez, I., Castilla La Mancha en la época contemporánea, 1808-1939, Toledo, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1986.Sánchez Sánchez, J., “Agitaciones campesinas y movimiento obrero en Toledo en 1904: Manuel Puñal, un revolucionario en Villamiel”, Almud, 5 (1982), pp. 112-148.— “Los orígenes del sindicalismo católico en Toledo: el proyecto del ‘protectorado obrero’ de 1904”, Anales Toledanos, 15 (1982), Diputación de Toledo, pp. 243-280.Sancho Rodríguez, J. Memoria del Centro de Artistas e Industriales, Toledo, 1916.Tuñón de Lara, M., Historia del movimiento obrero español, Madrid, Siglo XXI, 1971.Villena Espinosa, R., “¿Obreros poco conscientes? Orígenes del movimiento obrero en Castilla La Mancha (1868-1900)”, en Movimientos sociales y estado en la España Contemporánea, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2001, pp. 501-528.— Anselmo Lorenzo (1841-1914). El proletario militante, Toledo, Almud, 2008.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
12

Miranda Pérez, Fabiola. "Acción colectiva y derechos sociales en Chile y América Latina contemporánea. Entrevista a Franck Gaudichaud." Revista Intervención 9, no. 1 (November 30, 2019): 124. http://dx.doi.org/10.53689/int.v9i1.75.

Full text
Abstract:
La interdisciplina cada vez más expandida en las ciencias sociales nos ha puesto como desafío mirar los fenómenos sociales desde la complejidad. La historia, la ciencia política, la sociología y el trabajo social, nunca antes habían dialogado como ahora. La ciencia, si bien no puede responder a todo, intenta poder plantear debates sobre los modos de acción colectiva, sus repertorios de acción, ya no solamente desde una visión macro, sino que comprensiva de los sujetos y de los elementos de contexto que influyen en el ámbito del espacio público. Con el objeto de poder dialogar sobre lo anterior, pero específicamente desde una perspectiva situada en Chile en el contexto latinoamericano entrevistamos a Franck Gaudichaud, Doctor en Ciencia Política de la Universidad París VIII, Profesor de Historia latinoamericana contemporánea de la Universidad Toulouse 2 - Jean Jaurés (Francia), quien ha coordinado y escrito diversos libros sobre Chile y Latinoamérica en los últimos diez años. Franck, en el contexto de tu trayectoria académica, desde donde has podido investigar sobre movimientos sociales ligados al mundo sindical de la historia reciente de Chile, me gustaría que pudiésemos conversar sobre cómo interpretas el momento actual de Chile, en consideración de los procesos, de la historia política que has podido investigar, marcado en un primer instante por una experiencia socialista, seguida por la implementación de un modelo neoliberal en dictadura y de una recuperada democracia que para muchas personas aún resulta insuficiente. En un momento actual, si lo vemos desde el punto de vista más general, yo creo que, la pregunta es si la “transición” chilena ha terminado o no, creo que es una pregunta latente dentro de las ciencias sociales, dentro del mundo social chileno también, y que lo queramos o no esa pregunta sigue existiendo, sobre todo dentro del marco de una democratización neoliberal “pactada”. Las herencias autoritarias, podemos discutir si son “enclaves autoritarios” como señala Garretón, o estructuras autoritarias, pero a pesar de todo esto, se puede hablar de un gran continuismo entre elementos autoritarios y elementos democráticos. Evidentemente, también existen inflexiones y evoluciones notables: lo vemos desde el punto de vista de los movimientos sociales, a partir del 2006-2007 (por la parte sindical) y del 2011 (por la parte estudiantil y feminista) hubo una inflexión, incluso una casi ruptura en la historia reciente chilena, porque existió una gran reactivación de lo que el sociólogo Massimo Modonesi nombra movimientos sociales “antagónicos”, que cuestionan el “modelo neoliberal”. Por ejemplo, si hablamos de movimiento sindical, los estudios de terreno destacan una revitalización del espacio sindical en Chile, un uso marcado de la huelga (ilegal y legal), etc., aunque sea una revitalización parcial. Ahora bien, se puede señalar que la construcción neoliberal en Chile tiene globalmente mucha estabilidad, el modelo económico implementado por los Chicago Boys logró mantenerse en muchos aspectos en democracia. Las élites chilenas encarnan una clase dominante muy consolidada y bastante unificada (comparada con otros países de la región sudamericana). Con todo, yo hablo de “fisuras” o de brechas: creo que hay fisuras desde “arriba”, en varios ámbitos del “modelo”, y cierta reactivación social y subjetivación antagónica “desde abajo”, pero sin exagerar ni el uno, ni el otro. Si hablamos ahora más específicamente de mi investigación sobre el movimiento sindical-obrero chileno ayer y hoy, vemos más rupturas que continuidades de cierta manera. El periodo de la dictadura cívico-militar, evidentemente rompió lo que era el movimiento obrero chileno histórico, su vinculación con el Estado, los equilibrios, lo que se llamó el “Estado de compromiso” por ejemplo, de los años 1930 hasta el 1973. Hoy en día, el movimiento sindical es un movimiento sindical disgregado, muy fragilizado, en un contexto legal sumamente autoritario, el Código Laboral actual es herencia directa de la dictadura, del plan laboral de 1979. En este contexto, organizarse a partir y desde el trabajo en Chile es muy complejo, y es muy difícil hacer sindicalismo en condiciones mínimamente “normales”, siguiendo - por ejemplo - las normas de la convenciones internacionales de la OIT (no respetadas en Chile). Frente a partir de lo que tú acabas de mencionar sobre la revitalización, ¿piensas que ella está acompañada entonces, en el actual contexto, de nuevos repertorios de acción colectiva, o si se han transformado en relación a lo que tú pudiste investigar antes y a lo que estás viendo ahora? Sí, bueno, dentro de la idea de la “revitalización sindical”, está la pregunta sobre si los repertorios de acción (en el sentido de Sídney Tarrow) de la acción colectiva sindical se renovaron también. En parte sí, en parte solamente, porque hay muchos elementos que se mantienen en el tiempo, a lo largo de la historia (por ejemplo, en el espacio portuario que estudié últimamente). De manera más general, la acción sindical siempre pasa por “ciclos” más conflictivos o más “canalizados”, de la negociación a la huelga, y de la huelga a la negociación. No obstante, sin duda, el estudio de las dinámicas de conflictos y de huelgas, hacen parte de los repertorios centrales estudiados, pues permiten revelar muchos elementos de las relaciones laborales y sociales. En Chile, está el interesante trabajo del “Observatorio de la huelga en Chile”3, llevado a cabo por el COES y la Universidad Alberto Hurtado (UAH), donde un grupo de jóvenes investigadores realiza un gran esfuerzo para prolongar el trabajo de Alberto Armstrong, que venía de la Universidad Católica. Estos últimos vienen estudiando desde el 2000 hasta ahora la dinámica huelguística actual, mostrando muy claramente, con datos duros y fuentes (estadísticas de la Dirección del Trabajo, prensa, etc.) el “retorno” (relativo) de la huelga obrera en Chile. También, una de las características de la acción colectiva laboral en Chile, es que cuando existe conflicto éste va por fuera del marco legal, porque hacer huelga en Chile es casi forzosamente salir del marco legal. En Chile, si no es dentro del marco reglado de la negociación colectiva, la huelga está prohibida (por todas las otras causales), a diferencia de lo que existe en Francia por ejemplo… Un caso único en el mundo que se dice “democrático”. Así, gran parte de la acción colectiva huelguística está por fuera del marco legal y más aún en un país donde los trabajadores fiscales no tienen derecho a sindicalización ni a huelga. Esto genera una paradoja enorme en país supuestamente muy legalista, muy controlador, donde el Estado tiene una tradición de control social vertical muy fuerte: toda la acción colectiva sindical, incluso, no forzosamente “radical”, tiene un carácter “rupturista” de cierta manera. También significa que el “costo” individual, si hablamos de trayectoria individual de los trabajadores, el costo de la sindicalización es muy alto y la represión sindical excepcionalmente fuerte para un país de la OCDE. Volviendo a ideas más generales sobre el contexto de la sociedad chilena actual, ¿dónde ves tú las principales fracturas que existen al interior de la sociedad chilena y en qué se estarían basando desde tu punto de vista? Bueno, hace tres o cuatro años atrás, publiqué en CLACSO un pequeño ensayo, que se llamaba, “las fisuras del neoliberalismo”, centrado sobre trabajo, democracia y conflictos sociales4. Se trata de una discusión y de una síntesis crítica de lo que se ha escrito y de los grandes debates en torno a la evolución reciente del neoliberalismo. Ahí se plantea que los cientistas sociales que trabajaron este tema en Chile, primero dialogan muy poco entre ellos, es decir, cada uno desarrolla su pista, pero no toman el tiempo de discutir con los otros investigadores sociales; eso es un déficit que me parece muy importante. Segundo, se trata de debatir con las teorías planteadas en su momento por Alberto Mayol, quien desde las grandes movilizaciones estudiantiles del 2011, de la explosión estudiantil, podríamos decir, habla de un “derrumbe” -posible- del modelo. Obviamente no estamos frente a un derrumbe del modelo, no es posible sostener aquello aún, aunque sí hay fisuras, brechas, y reacomodos dentro del modelo, a la vez que una fuerte impugnación al mismo. Por eso, también es necesario volver a discutir y hacer dialogar los trabajos más históricos de Moulian, la idea del “transformismo” permanente del modelo chileno, o los trabajos de Manuel Antonio Garretón sobre “neoliberalismo corregido”, de Carlos Ríos sobre “neoliberalismo avanzado” y de volver a interesarnos a los textos de Rafael Agacino sobre la “madurez” del modelo. Algunos plantearon la idea que Chile sería una “sociedad de clase media”, otro gran mito del “jaguar” chileno que hay que deconstruir. Si vemos las estadísticas o entrevistas trabajadas por algunos colegas sociólogos de la Universidad de Chile (como Emmanuelle Barozet), aparece como una construcción mediática y política. Chile no es una sociedad de clase media, es una sociedad muy segmentada, donde una gran mayoría de los trabajadores tiene ingresos que están por debajo de los cuatrocientos mil pesos, neto o “líquido”. Entonces en estas condiciones hay que debatir algunos mitos: tampoco hay una estabilización de una clase media “ascensional”, moderna, con capacidad de ahorro. Basta con analizar el nivel de deudas, ahí tenemos una fisura muy grande de este modelo económico y social. Tú qué analizas todas estas tensiones desde una perspectiva crítica, ¿qué alternativas políticas o salidas visualizas en consideración con las deudas pendientes que tiene la democracia? Bueno es una pregunta muy política, que sale del campo académico, pero necesaria me parece. Lo que veo, es que hay continuismo neoliberal pero a la vez modificaciones en curso. Ejemplo: la aparición del Frente Amplio es un efecto indirecto de las movilizaciones de 2011, de manera diferida, de manera en gran parte institucionalizada, pero hay evoluciones incluso en el campo político-electoral en Chile notables. La pregunta es, si el Frente Amplio encarnará una renovación del modelo o una alternativa frente a este modelo fisurado. Esta es una gran interrogante. Algunos dicen que el camino institucional, sin modificación sustancial constitucional, está cerrado a toda alternativa, que tiene que ser dentro de la sociedad que debe haber una reactivación “desde abajo” de los espacios comunitarios, de los espacios autogestionados, de los sindicatos, de las formas de pensar la sociedad. O sea, romper con la visión totalmente neoliberal de la sociedad y defender la perspectiva de los bienes comunes. Es decir, revisar lo que hacen actualmente los jóvenes movilizados en Chile, el movimiento feminista, algunos sindicatos, planteándose estas nuevas formas de organización a partir de lo colectivo y de la co-construcción. Los trabajos de los sociólogos Pierre Dardot y Christian Laval, sobre la revolución de los “comunes”, son muy interesantes en este sentido: los comunes como respuesta a la crisis del capitalismo neoliberal, al autoritarismo, a las “zonas de sacrifico”, al derrumbe climático y ecológico, a la crisis de nuestra civilización, etc. Ahí hay una pista interesante, pero la pregunta después es más estratégica, es decir, el ¿qué hacer?, ¿es el partido la respuesta?, o sea, ¿hay que formar nuevos partidos, nuevos movimientos políticos, para responder a la crisis?, ¿cuáles son los otros caminos de democratización radical?, ¿cómo articular estos diferentes espacios? Desde tu opinión, ¿qué áreas de intervención debería privilegiar el Estado entonces en el contexto del Chile actual, teniendo en consideración todo lo que estamos hablando? El Estado en Chile, hasta el momento, es sumamente “subsidiario-asistencial-autoritario”, muy moldeado por lo que fue la dictadura. Claro que no estoy diciendo que es un Estado dictatorial, pero hay herencias que pesan dentro de su aparato y prácticas, incluso en su modo de intervención social y acción pública. La modernización neomanagerial de años 90-2000, no significó ruptura con el neoliberalismo, más bien significó “modernización neoliberal”. De hecho, es lo que muestran tus propios trabajos en materia de intervención hacia las mujeres y la violencia de género, o la tesis doctoral del politólogo Antoine Maillet sobre el “sendero neoliberal” y la acción estatal en la construcción de los mercados en Chile. Se pensó la democratización “en la medida de lo posible”, sin romper con lógicas subsidiarias y asistencialistas. Al contrario, se vino a legitimar en democracia esas lógicas. Por ejemplo, si pensamos en la reforma de Bachelet sobre la jubilación: ahora existe un bono para un ingreso mínimo para las mujeres más pobres, pero este mínimo no te permite vivir, y sobre todo no cuestiona el sistema de capitalización de AFP, que está totalmente colapsado. Quiero decir que el Estado neoliberal democrático también es “intervencionista” (y no solo como Estado represivo), creando “parches” para generar “intervención social” focalizada, pero sin tocar o modificar la estructura del mercado neoliberal privilegiando la focalización y las transferencias condicionadas. Otro ejemplo, ¿cuál es la respuesta del Estado chileno a las grandes movilizaciones estudiantiles? De manera bastante inteligente de hecho: se ha “escuchado” el malestar del que habla Mayol, el malestar en el mundo estudiantil, entonces se va a proponer gratuidad, ¿pero qué tipo de gratuidad?, una gratuidad que finalmente termina por subvencionar en parte las universidades privadas en vez de desarrollar o crear universidades públicas, entonces siempre está presente la lógica del “voucher”, y no del servicio público universal. Desde tu punto de vista y en la línea de la conversación, ¿cómo se permean los derechos y las experiencias de justicia e injusticia en un contexto de gobiernos de derecha como en el caso de Chile, y bueno también podríamos decir de Francia en la actualidad? No sé si hay tantas variaciones en la percepción de la justicia o injusticia entre los últimos gobiernos en Chile de Bachelet a Piñera o de François Hollande a Emmanuel Macron; no sé si la percepción cambia radicalmente. Existe une crisis de legitimidad de la política profesional en muchos países y globalmente, la injusticia se mantiene; si miramos los datos estadísticos, no hay grandes modificaciones. Después está toda la pregunta sobre la percepción de la injustica, que es muy variable según los contextos, que obviamente ahí hay un gran campo de investigación primero, pero también un espacio de debate sociológico-político. Si miramos Chile, estamos frente a una sociedad sumamente desigual, donde la ideología dominante, los medios hacen que parte significativa de las familias populares y endeudadas, tengan la percepción de pertenecer al espacio “medio” de la sociedad, y no a las clases populares. Al mismo tiempo, en Francia, un asalariado que desde Chile, tal vez, se puede considerar como de “clase media”, pues posee uno o dos autos, una casa (a crédito), una cubertura social bastante amplia en términos de salud y educación, sufre situación de precarización neoliberal creciente, lo que también acelera la crisis de legitimidad de los gobernantes. Así se generan grandes movimientos como el de los «chalecos amarillos», un movimiento excepcional por su amplitud, duración y características populares. Ahí, el corazón de la movilización fue la percepción de vivir de manera cotidiana la injusticia fiscal, que se volvió injusticia social cuando se entiende que el “1%” vive en el lujo. Las reivindicaciones de los «chalecos amarillos» parten de algo tan “básico” y tan esencial como el precio del litro de la gasolina, su aumento es vivido como una injusticia total por parte del Estado y de Macron, en particular dentro de sectores con bajos niveles de sindicalización, hasta el momento pocos organizados, pero con un “hartazgo” acumulado considerable. Obvio, el tercer elemento de la coyuntura es determinar quién es el responsable de la injusticia social. En el movimiento de los chalecos amarillos, es el Estado (y el Presidente Macron, calificado de “Presidente de los ricos”) que ha sido el centro del foco de la movilización y del descontento. La burguesía o la clase dominante -muy bien estudiado por los libros de sociología de Pinçon-Charlot-, o el empresariado, quedaron bastantes ilesos en el conflicto, ¿por qué?, porque se centró en el Estado como responsable principal. Entonces ahí hay elementos y variables entre la desigualdad social “real”, es decir estadística, y su construcción sociopolítica, la percepción de esta injusticia social y su traducción en términos políticos o ideológicos: eso es el objeto de la “política de conflicto”, en el momento de determinar a quiénes se le atribuye la responsabilidad de la desigualdad social o de la crisis de legitimidad de un sistema político. Y esa traducción política incidirá en si un movimiento social antagónico se vuelve reaccionario, progresista, populista, anticapitalista, etc. En el caso de los «chalecos amarillos», después de un momento de vacilación, su carácter progresista, antineoliberal y cada vez más elaborado, está ahora confirmado, y representa una gran esperanza democrática para muchos. Si consideramos entonces lo que acabas de decir, en torno a la justicia como una experiencia al estilo Derrida, y retomamos tu idea de percepción en el marco de tu investigación de campo más actual acerca de los trabajadores del sector portuario, ¿cuáles son las experiencias de injusticia social que te han podido transmitir aquéllos? Fue muy interesante emprender esta investigación, porque descubrí un mundo que conocía muy poco y que es muy poco estudiado en Chile. Existe un vacío historiográfico inmenso en este campo, cuando el trabajador marítimo-portuario es un actor central de la historia chilena. De hecho, el eslogan de la Cámara Marítima Chilena hoy es “Chile, país puerto”, y es cierto: Chile es un país puerto, con más de 40 puertos, es un país orientado hacia el mar históricamente, pero casi no hay estudios sobre los portuarios y es una paradoja total. Grandes historiadores de lo social, como Sergio Grez, Gabriel Salazar, o Julio Pinto, lo mencionan en sus trabajos pero muy en general de “pasada”, en sus investigaciones sobre movimiento obrero e historia del “bajo pueblo”. Algunos jóvenes ahora en Chile están intentado paliar ese vacío historiográfico. Lo interesante es mostrar cómo este espacio laboral bien especifico y bastante cerrado ha sido capaz de conformar formas de organización originales y sui generis. Un ejemplo, es la “nombrada”; históricamente los puertos, no solamente en Chile sino que en todo el mundo, poseen esta figura, que significa que es el sindicato que decide quién va a trabajar en el puerto, siguiendo un sistema rotativo (la redondilla) ¿Por qué?, porque el puerto es un espacio de la “eventualidad permanente” donde no hay estabilidad laboral, o muy poca. Hasta hoy, una minoría de los estibadores tiene contrato estable en Chile, todos son trabajadores por turnos, cada siete horas y media, un trabajador portuario es cesante, turno tras turno. De este modo, un portuario que camina por la calle, es cesante, en cambio un portuario que entra al puerto, es de nuevo contratado… Entonces para intentar organizar esa eventualidad, los sindicatos desde finales del siglo XIX, pusieron en marcha sistema de “nombrada” donde el sindicato controla la fuerza de trabajo, y “nombra” la mano de obra, todos los oficios del puerto, y por turno. Eso es muy interesante como forma de enfrentar la precariedad laboral. Así, el sindicato toma en sus manos el control, adquiere lo que llamamos “poder sindical” y también organiza la igualdad entre los trabajadores afiliados, obviamente eso también puede permitir si no es organizado de manera democrática, caudillismo y mafia sindical, lo que existe también fuertemente en los puertos. En fin, en Chile existió una interesante revitalización sindical con la creación de la Unión Portuaria de Chile, donde lograron comenzar a mancomunar territorialmente las acciones colectivas portuarias, y esto es muy importante: el puerto es un espacio laboral riesgoso, donde hay muertos, donde hay piernas cortadas, manos aplastadas, gente que muere cada semestre, mutilaciones… El problema es que como hay muchos puertos en Chile, se movilizaba un puerto, pero, ¿qué hacía el empresariado marítimo naviero? Iba al otro puerto, entonces la movilización no tenía peso. La Unión actual proviene de los años 2000 cuando emergió la Coordinadora Marítima Portuaria, principalmente desde los puertos del norte del país. Al procesar esa experiencia y probar con nuevas formas de coordinación territorial se desarrolló, a partir de los años 2010 y 2011, la Unión Portuaria del Biobío y luego la Unión Portuaria de Chile. Es lo que he estudiado en base a entrevistas, trabajo de fuentes escritas, observación en los mismos puertos. Fue muy enriquecedor conocer a esos trabajadores y dirigentes, me enseñaron mucho y sigo en contacto con algunos de ellos. Se puso en marcha un sistema de solidaridad de puertos a puertos, de huelga solidaria, se logró mancomunar fuerzas para evitar lo que sucedía antes. Es importante recalcar además que por los puertos sale el 80% de la riqueza del PIB chileno, entonces ahí se tiene lo que llaman algunos sociólogos como John Womack, “un poder disruptivo sindical”, es decir, son minoría de los asalariados, pero el poder que tiene de bloqueo de la cadena de producción y de exportación es fuerte, y si tienen organización (eso es lo principal ante todo) pueden obligar el gobierno a la negociación. Bueno, pero significa también la represión de Carabineros, la militarización de los puertos, etc. En tu experiencia de campo ¿has tenido aproximaciones a experiencias laborales de mujeres y cómo evalúas esas condiciones en el caso de las mujeres, de justicia y de injusticia social? Bueno eso es un gran déficit de mi investigación, pero también es un problema de invisibilización en sí en los puertos, que son espacios masculinizados y “virilistas”. Hay mujeres, pero muy pocas, entonces en las entrevistas, pude solamente entrevistar a dos mujeres de las treinta y tanto que realicé. Lo que necesitamos ahora efectivamente con urgencia es documentar mejor la especificidad del trabajo de las mujeres en los puertos, su papel en la movilización dentro y fuera del puerto. En su mayoría trabajan en la parte administrativa del puerto, pero hay cada vez más mujeres en el patio con los hombres haciendo trabajo de estiba. Parece que hay una investigación en curso sobre el tema. Lo que sí te podría decir y que lo trabajo un poquito es la relación del trabajador portuario con su familia, ya que como su trabajo es eventual, esa eventualidad recae mucho sobre la mujer, en el hogar. Existe así mucho trabajo no remunerado, de cuidado, en donde se observa una concentración de la reproducción social en el espacio familiar, dónde la mujer se vuelve dependiente de esa eventualidad permanente de su marido, que puede trabajar dos turnos de noche, un turno en la mañana, un turno en la noche, etc. Entonces, recae muchísimo de la responsabilidad familiar sobre ella, así su trabajo no remunerado permite el trabajo del hombre en el puerto. De esta manera, el portuario dice, sin mi mujer no puedo hacer lo que hago, o sin mi mujer no puedo tener el espacio familiar ni una casa, porque no sé en qué turno voy a trabajar. Incluso en la movilización, las mujeres tienen un papel activo, de orientación incluso si no son trabajadoras del puerto, o de acción desde la calle, también vienen al espacio sindical, organizan una olla común, o un espacio recreativo para los niños, etc. Eso aparece en las entrevistas y tengo como proyecto profundizarlo. En el último tiempo, he estado trabajando un poco sobre el movimiento feminista chileno, y yo creo que justamente es central para entender esas fisuras que mencionamos. El feminismo es hoy un elemento central de los movimientos sociales en Chile, la coordinadora 8M, el movimiento feminista en general, tal vez es el movimiento colectivo más dinámico de momento en Chile, y con conexiones internacionales, con Argentina, con España, con Polonia, con México. Lo interesante de la coordinadora 8M es que no abandonó la temática laboral, eso me parece fundamental; ellas se movilizaron para el primero de mayo, con la idea de que la mujer era también una mujer trabajadora, remunerada o no remunerada, pero siempre una mujer trabajadora, en el espacio cerrado doméstico o en el espacio asalariado. Se intentó hacer la conexión entre trabajo reproductivo y trabajo asalariado, incluso con la idea de que el trabajo reproductivo no remunerado tiene que ser reconocido como un trabajo y dar derecho a jubilación. Eso es muy interesante. Claro, poniendo en cuestión también esta idea de cómo la mujer se inserta en el mercado a partir del modelo capitalista en sí. Bueno atendiendo también a lo reflexionado y señalado hasta el momento, desde una perspectiva más latinoamericana, entonces, ¿cuáles son los desafíos que visualizas para la intervención social desde el Estado en la región? Yo creo que en el contexto latinoamericano, es muy importante lo que ha pasado en los últimos veinte años, donde se ha hablado de un “giro progresista” o giro “a la izquierda”. Lo importante es ver qué lograron o no estos gobiernos, llamados progresistas en su gran diversidad, desde el PT en Brasil (con Lula) hasta Morales en Bolivia, el Frente Amplio en Uruguay, incluyendo la experiencia bolivariana en Venezuela, Correa en Ecuador, un abanico muy diverso de experiencias nacionales populares y progresistas. Todos esos Ejecutivos pretendieron implementar nuevas formas de intervención social, la gran promesa de su gobierno era pasar de “la noche neoliberal”, como decía Correa a un postneoliberalismo, donde hubiera un retorno del Estado social, y efectivamente hubo un retorno del Estado social, de manera diferenciada pero se volvieron a implementar políticas públicas más activas, políticas focalizadas donde está la pobreza, de integración social a través de bonos, los famosos bonos “hambre cero” en Brasil, la asignación por niño en Bolivia y Argentina, las misiones sociales en Venezuela y todo un abanico muy grande de intervenciones sociales a través del Estado “refundado” (en el caso de Bolivia, Ecuador y Venezuela). El problema es que si hacemos un balance crítico, todos estos mecanismos de intervención social fueron muy dependientes de un momento y al final transitorios, pues fueron rápidamente afectados por la crisis económica capitalista mundial del 2008-2009. Lo anterior, porque el Estado social era y es dependiente de la extracción de materia prima, entonces el Estado social neodesarrollista fue en realidad, ante todo, un neo-extractivismo asistencialista, un modelo que no tiene sustentabilidad, que no tiene coherencia (ver los trabajos de Maristella Svampa, por ejemplo). En Venezuela se creó un conjunto de intervenciones y participaciones sociales por fuera del Estado incluso (los consejos comunales), pero todo lo que se adquirió en los años Chávez se derrumbó con la mega crisis actual: ahora la pobreza se disparó, hay una desigualdad social terrible, la crisis migratoria e inflacionista más grande de la historia del siglo XX-XXI. Se trata de la crisis del modelo del Estado rentista petrolero, combinado con los problemas de la corrupción, la ofensiva de Washington, la violencia política, etc. Terrible. Tal vez los dos países “progresistas” que hoy día aparecen como más “estables” son Bolivia y Uruguay, son los dos procesos que más lograron estabilizar una forma de pacto social que podemos calificar de corte más socialdemócrata en el caso de Uruguay y de nacional-popular en el caso de Bolivia. Claro, en el marco de sus modelos… En Brasil hoy, estamos frente a un desastre político que amenaza no solo al pueblo de Brasil, sino toda la región, con la presencia de una extrema derecha militarista y racista en el poder. Eso después de 16 años de gobiernos del PT (Partido de los Trabajadores). Es necesario descifrar lo que pasó allí, sin olvidar el golpe de Estado parlamentario y el encarcelamiento de Lula. El panorama es complejo. Acabamos de publicar un libro sobre el tema con Massimo Modonesi y Jeff Webber, en la UNAM, que intenta “una interpretación histórica de los progresismos latinoamericanos”, que establece un balance critico de ese periodo5. Quisiera volver un poco al tema de las migraciones de las que estábamos hablando. Al respecto, ¿cuáles son a tu juicio los principales desafíos actuales en materias de migración tanto en Chile como en Francia?, ¿encuentras que hay aspectos comunes pese a las diferencias contextuales? Bueno, aspectos comunes hay, como el tratamiento inhumano que los Estados aplican a los migrantes, aunque lo que pasa a nivel europeo es aún más dramático. Hoy día el mar Mediterráneo es el cementerio más grande del planeta, lo cual es responsabilidad directa de los Estados del espacio Schengen, debido al tratamiento que se le aplica a los migrantes que vienen del Sur, esencialmente de Libia y del norte de África. Ahí hay una responsabilidad que es política, si hablamos de Europa hablamos también de los Estados más ricos del planeta… Vemos una inhumanidad total de la política migratoria que rompe con todos los acuerdos internacionales, de Ginebra, y de muchos otros en materia de derechos humanos. Existe una ruptura de convenios firmados por los mismos Estados frente a la comunidad internacional, y en Francia es un tema central, el tema del tratamiento represivo en los centros de detención hacia niños, etc. Además, es un tema que está siendo instrumentalizado por la extrema derecha y explica el crecimiento radical de esas fuerzas en toda la Unión Europea. En América latina, está Trump y su relación con México, y un foco central de conflicto y de la negociación de López Obrador es obviamente el debate en torno al odiado muro. Dentro de lo novedoso en la región, tenemos la mega migración venezolana hacia el sur, hacia países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Chile, hablamos de casi cuatro millones de migrantes, es un fenómeno -en un tiempo tan corto-único en la historia de América del Sur, y que implica dramáticas problemáticas sociales. En este sentido, son interesantes los trabajos de María Emilia Tijoux desde Chile, sobre la racialización de la sociedad, de los cuerpos, de la política y su posible instrumentalización. A la vez, la sociedad chilena está cambiando, por una parte se está abriendo a nuevas culturas latinoamericanas, y por otra parte hay un crecimiento de la xenofobia y del racismo. Pero lo interesante es que hay una parte significativa de la sociedad chilena que yo creo que está cambiando, en positivo, una sociedad más multicultural y acogedora. Una sociedad chilena que por fin se va a latinoamericanizar, para no quedar encerrada sobre sí misma detrás de la cordillera: es ese aspecto positivo muy enriquecedor que espero que gane la partida sobre la xenofobia y el racismo.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
13

Alcón Sornichero, Eva. "Las mujeres del POUM: una introducción a su activismo político en Castellón." Ebre 38: revista internacional de la Guerra Civil, 1936-1939, no. 9 (December 16, 2019). http://dx.doi.org/10.1344/ebre38.2019.9.30458.

Full text
Abstract:
Una de las zonas fuera de Cataluña donde el Bloque Obrero y Campesino (BOC) y posteriormente el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) tuvieron mayor implantación fue en la provincia de Castellón. En ambas organizaciones militaban también las mujeres. Fue la catalana Pilar Santiago, del Secretariado Femenino del POUM (SFPOUM) la encargada de recorrer los pueblos de Castellón como oradora, y animar a las mujeres para que participaran al lado de sus compañeros en el mismo proyecto revolucionario durante la Segunda República y la Guerra Civil. En Castellón militantes del POUM como Josefa Vilar, Margarita Gramaje, y Luisa Sanz difundieron sus ideales a través de artículos en el semanario Juventud Roja. El trabajo de las mujeres en la retaguardia y la condena de la prostitución, serán los temas tratados con mayor insistencia por ellas. Con los sucesos de Mayo del 37 y la clandestinidad del POUM, las mujeres sufrirán la doble represión al igual que sus compañeros, primero la estalinista, y posteriormente la franquista.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
14

ARRIETA CENICEROS, Lorenzo. "Descalabro y continuidad del sector obrero del PRI. Persistencia del corporativismo." Estudios Políticos, no. 34 (April 5, 2003). http://dx.doi.org/10.22201/fcpys.24484903e.2003.34.37594.

Full text
Abstract:
Se estudian el proceso de desgaste del sector obrero en el Partido Revolucionario Institucional y en el propio sistema político. En la primera parte se analizan las pugnas internas para ocupar puestos de dirección o candidaturas; sus aportaciones para respaldar las acciones partidistas; el significado de las practicas de los dirigentes del Congreso de la Unión; y sus relaciones con la esfera gubernamental. En la segunda, las funciones desempeñadas por dicho sector en distintas instituciones públicas, debido a su influencia en la política laboral y económica del país; los arreglos de los dirigentes sindicales -como gestores laborales- para legitimar su actuación ante los miembros de sus organizaciones, y su papel estratégico para que los gobiernos lograran sortear los efectos de la crisis económica, al punto de condicionar su respaldo a las medidas económicas.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
15

Giller, Diego. "Una lectura de La comunidad indígena insurgente. Perú, Bolivia y México (1980-2000), México/La Paz, UAM-X/ Plural Editores, 2017." Estudios Rurales 9, no. 17 (August 25, 2022). http://dx.doi.org/10.48160/22504001er17.426.

Full text
Abstract:
El libro que aquí nos disponemos a comentar trabaja sobre una temática que, para nosotros, los argentinos, nos resulta familiar: la lucha armada. Hecho trascendente de nuestra historia reciente, desde el “Cordobazo” del 29 de mayo de 1969 -Montoneros se da a conocer en el primer aniversario del “Cordobazo” con el ajusticiamiento del General Pedro Eugenio Aramburu, y en ese mismo 1970, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) crea en su V Congreso a su brazo armado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)–, hasta el golpe de Estado de 1976 –momento en que se produce la catastrófica derrota de los movimientos populares.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
16

ARRIETA CENICEROS, Lorenzo. "Viejas prácticas corporativas en un nuevo régimen político (a propósito del PEMEXGATE)." Estudios Políticos, no. 2 (April 5, 2013). http://dx.doi.org/10.22201/fcpys.24484903e.2004.2.37620.

Full text
Abstract:
Se estudia el proceso de desgaste del sector obrero en el Partido Revolucionario Institucional y en propio sistema político. En la primera parte se analizan las pugnas internas para ocupar puestos de dirección o candidaturas; sus aportaciones para respaldar las acciones partidistas; el significado de las practicas de los dirigentes en el Congreso de la Unión, y sus relaciones con la esfera gubernamental. En la segunda, las funciones desempeñadas por dicho sector en distintas instituciones públicas, debido a su influencia en la política laboral y económica del país; los arreglos de los dirigentes sindicales -como gestos laborales- para legitimar su actuación ante los miembros de sus organizaciones, y su papel estratégico para que los gobiernos lograran sortear los efectos de la crisis económica, al punto de condicionar su respaldo a las medidas económicas.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
17

Gallegos, Claudio Antonio. "La Revolución cubana de 1895. El aporte de los viajes de Arístides Agüero a Perú, Chile y Bolivia." Revista Paginas 12, no. 28 (December 21, 2019). http://dx.doi.org/10.35305/rp.v12i28.382.

Full text
Abstract:
El presente artículo tiene como objetivo analizar las redes desarrolladas por el Partido Revolucionario Cubano sobre Perú, Chile y Bolivia, con la intención de lograr apoyo a la insurrección cubana de 1895. Dentro de los estudios sobre la guerra de 1895 se evidencia una ausencia en lo que respecta a relaciones diplomáticas por parte de la República de Cuba. A través de correspondencia pública y privada se demuestra, entonces, como uno de los delegados de dicho partido, Arístides Agüero, construye relaciones de poder por medio de diversas acciones sobre la Región Andina Sur. Considerada la guerra como un hecho social complejo recurrente en la historia de la humanidad –desde una mirada sociológica y geopolítica-, se busca describir el impacto de dichas redes localizando sus ámbitos de realización, ya sean organizacionales, políticos o bélicos. Asimismo, se busca complementar los estudios acerca de un conflicto mayor como lo representa la independencia cubana.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
18

Paris, Sebastián F. "Política Obrera de cara a la lucha armada en Latinoamérica y sus diversas expresiones en los años sesenta." Anuario de la Escuela de Historia, no. 34 (July 29, 2021). http://dx.doi.org/10.35305/aeh.vi34.317.

Full text
Abstract:
El presente artículo tiene por objeto indagar en la evolución de los posicionamientos que reflejó desde su prensa el movimiento de perfil trotskista Política Obrera (en adelante PO, antecesora del actual Partido Obrero) ante la lucha armada y su expresión en diversas experiencias de lucha en el continente. Pensamos que la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), un organismo que se propuso centralizar y dirigir la lucha armada en América Latina, representó en PO el mayor acercamiento al paradigma guevarista. A su vez, creemos que la derrota de Ernersto “Che” Guevara en Bolivia, sumado a un mayor alineamiento del castrismo a Moscú y las experiencias de las jornadas del Cordobazo en Argentina, determinaron un alejamiento más marcado de dicho paradigma. Para ello, nos abocaremos al análisis de los posicionamientos y significados que otorgó al problema de la lucha armada en el continente.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
19

Díaz Jaramillo, José Abelardo. "Un arte al servicio del pueblo: la obra de Clemencia Lucena desde la sociología de Pierre Bourdieu LA OBRA DE CLEMENCIA LUCENA DESDE LA SOCIOLOGIA DE PIERRE BOURDIEU." Revista Colombiana de Sociología 42, no. 1 (January 1, 2019). http://dx.doi.org/10.15446/rcs.v42n1.66631.

Full text
Abstract:
El artículo analiza la obra de la pintora Clemencia Lucena desde la perspectiva teórica de los campos sociales del sociólogo Pierre Bourdieu. Establece como hipótesis de trabajo que la artista manizalita pretendió, con su producción plástica y con el ejercicio de la crítica, subvertir las dinámicas legitimadoras del campo artístico de Colombia, en las décadas de 1960 y 1970. Se sostiene que, con ese propósito, Clemencia Lucena recurrió a diversas estrategias mediante las cuales buscó cuestionar la definición de arte que se asumía como legítima en el campo artístico, y debatir los contenidos de las obras, así como los procesos de producción de estas y su proyección comercial.Teniendo como fondo el ambiente de agitación política y cultural que se registró en el país en aquel periodo, el artículo resalta que la reivindicación y defensa que hizo Clemencia Lucena de criterios asociados a la función política que debía tener el arte en la sociedad, iban de la mano con su militancia en el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (moir), un partido de izquierda de Colombia, que reivindicó una concepción particular sobre el arte y el papel de los artistas, conocido en el contexto internacional como realismo socialista. Además, establece que la propuesta artística de Clemencia Lucena pretendió asumirse como una crítica herética en el interior del campo de la pintura en las décadas de 1960 y 1970, lo que la enmarcó en lo que Pierre Bourdieu denominó vanguardia renaciente.No obstante, se afirma que tanto la crítica de Lucena como su propia apuesta artística, marcharon en contravía del proceso de autonomía que Bourdieu divisó como requisito ineludible para garantizar la independencia del campo artístico, al negar las leyes y lógicas de funcionamiento que lo deben regir, y pretender supeditar su dinámica a las disputas del campo político.
APA, Harvard, Vancouver, ISO, and other styles
We offer discounts on all premium plans for authors whose works are included in thematic literature selections. Contact us to get a unique promo code!

To the bibliography